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Mostrando entradas de febrero, 2010

SALVACIÓN (Alejandra Pizarnik)

Se fuga la isla Y la muchacha vuelve a escalar el viento y a descubrir la muerte del pájaro profeta Ahora es el fuego sometido Ahora es la carne la hoja la piedra perdidos en la fuente del tormento como el navegante en el horror de la civilización que purifica la caída de la noche Ahora la muchacha halla la máscara del infinito y rompe el muro de la poesía.

Terrícolas (Ángela Ruiz)

Cantar misterioso el de los perros cuando juegan vagabundos con las cuerdas de la guitarra. Composiciones podridas debajo de la tierra ignoradas ancestrales melodías sepultadas en el planeta indiferente, en el horizonte incierto del que camina con la mente sin rumbo en el desierto. Anhelantes los corazones en los sepulcros, las flores mueren y los muertos viven, huele a existencia atropellada.

EJECUTORIA DEL MIASMA Oliverio Girondo

Este clima de asfixia que impregna los pulmones de una anhelante angustia de pez recién pescado. Este hedor adhesivo y errabundo, que intoxica la vida y nos hunde en viscosas pesadillas de lodo. Este miasma corrupto, que insufla en nuestros poros apetencias de pulpo, deseos de vinchuca, no surge, ni ha surgido de estos conglomerados de sucia hemoglobina, cal viva, soda cáustica, hidrógeno, pis úrico, que infectan los colchones, los techos, las veredas, con sus almas cariadas, con sus gestos leprosos. Este olor homicida rastrero, ineludible, brota de otras raíces, arranca de otras fuentes. A través de años muertos, de atardeceres rancios, de sepulcros gaseosos, de cauces subterráneos, se ha ido aglutinando con los jugos pestíferos, los detritus hediondos, las corrosivas vísceras, las esquirlas podridas que dejaron el crimen, la idiotez purulenta, la iniquidad sin sexo, el gangrenoso engaño; hasta surgir al aire, expandirse en el viento y tornarse corpóreo; para abrir las ventanas, penet

ALERTA (Escrito por Vicente Huidobro)

Media noche En el jardín Cada sombra es un arroyo Aquel ruido que se acerca no es un coche Sobre el cielo de París Otto Von Zeppelín Las sirenas cantan Entre las olas negras Y este clarín que llama ahora No es un clarín de la Victoria Cien aeroplanos Vuelan en torno de la luna Apaga Tu Pipa Los obuses estallan como rosas maduras Y las bombas agujerean los días Canciones cortadas Tiemblan entre las ramas El viento cortisona las calles Como Apagar La Estrella Del Estanque.