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Mostrando entradas de 2012

LÍRICA LÍQUIDA (Ángela R.)

Compartir letras amores lejanos. Agua que cae agua que se va. Agua que me llamas por calles céntricas desérticas alérgicas rociada de mensajes no enviados, de espejos no vistos, agua que partes sin decir a donde vas.

Se me va (Rafael Espitia)

Líquida Imaginaria (Ángela R)

Mira los peces cuando se refugian en átomos de hielo, en olas misteriosas a veces solo van y no vienen, quedan congelados mirándonos las circunstancias, los detalles de las risas y las miradas, roces, sólo roces enmudecidos. Mira los conejos escondidos en historias de lugares verdes y tibios, sus ojos se quedan suspendidos en nuestras palabras. Nos fuimos y nos delatamos en los rincones de nuestras mentes, espacios propios para encontrarnos.

Un no fue (Ángela R)

Las manos soslayan la piel que no fue, el tiempo no acontecido, los besos no dados. Cartas sin lectores, amaneceres sin sabores. Lo que pudo ser amado, abrazado, llorado, perdido o ganado. Así se resignan las horas, los espasmos del cuerpo, el viento brumoso sobre los lagos. Así la despedida, así los impulsos lejanos.

Gestor de dos revoluciones (Sophia Rodríguez Pouget)

(Artículo para grupo RAD 101) Son también 250 años de 2 de las obras más importantes de Rousseau. Considerado padre de los principios del derecho político, la democracia moderna, el estado civil y la libertad, que marcarían la historia universal, sus planteamientos inspiraron grandes emancipaciones como la Revolución francesa y la Independencia americana. Como parte de los actos conmemorativos, la Embajada de Francia, con las Universidades Javeriana, Distrital y de Antioquia realizaron un ciclo de conferencias en Bogotá y Medellín. Uno de sus organizadores y ponentes, Adelino Braz, doctor en Filosofía y agregado de cooperación universitaria y educativa de la Embajada de Francia, explicó: "Seguimos recordando y estudiando a Rousseau 300 años después, pues a través de su obra marcó varias de las nociones fundamentales de la modernidad que siguen siendo objeto de reflexión como la de 'voluntad general' o la de 'estado

El almohadón de plumas (Horacio Quiroga)

Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer. Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre. La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los

Para que tú me oigas (Pablo Neruda)

Para que tú me oigas, mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas. . Collar, cascabel ebrio para tus manos suaves como las uvas. . Y las miro lejanas mis palabras. Más que mías son tuyas. Van trepando en mi viejo dolor como las yedras. . Ellas trepan así por las paredes húmedas. Eres tú la culpable de este juego sangriento. . Ellas están huyendo de mi guarida oscura. Todo lo llenas tú, todo lo llenas. . Antes que tú poblaron la soledad que ocupas, y están acostumbradas más que tú a mi tristeza. . Ahora quiero que digan lo que quiero decirte para que tú me oigas como quiero que me oigas. . El viento de la angustia aún las suele arrastrar. Huracanes de sueños aún a veces las tumban. Escuchas otras voces en mi voz dolorida. Llanto de viejas bocas, sangre de viejos súplicas. Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme. Sígueme, compañera, en esa ola de angustia. . Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras. Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas. Voy hacien

Axolotl (Julio Cortázar)

Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl. El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port Royal, tomé St. Marcel y L’Hôpital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. Era amigo de los leones y las panteras, pero nunca había entrado en el húmedo y oscuro edificio de los acuarios. Dejé mi bicicleta contra las rejas y fui a ver los tulipanes. Los leones estaban feos y tristes y mi pantera dormía. Opté por los acuarios, soslayé peces vulgares hasta dar inesperadamente con los axolotl. Me quedé una hora mirándolos, y salí incapaz de otra cosa. En la biblioteca Saint-Geneviève consulté un diccionario y supe que los axolotl son formas larvales, provistas de branquias, de una especie de batracios del género ambli

Fragmento de Rayuela de Julio Cortázar -Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu

Tema del traidor y del héroe (Jorge Luis Borges)

So the Platonic Year Whirls out new right and wrong, Whirls in the old instead; All men are dancers and their tread Goes to the barbarous clangour of a gong. W. B. Yeats: The Tower. Bajo el notorio influjo de Chesterton (discurridor y exornador de elegantes misterios) y del consejero áulico Leibniz (que inventó la armonía preestablecida), he imaginado este argumento, que escribiré tal vez y que ya de algún modo me justifica, en las tardes inútiles. Faltan pormenores, rectificaciones, ajustes; hay zonas de la historia que no me fueron reveladas aún; hoy, 3 de enero de 1944, la vislumbro así. La acción transcurre en un país oprimido y tenaz: Polonia, Irlanda, La república de Venecia, algún estado sudamericano o balcánico… Ha transcurrido, mejor dicho, pues aunque el narrador es contemporáneo, la historia referida por él ocurrió al promediar o al empezar el siglo XIX. Digamos (para comodidad narrativa) Irlanda; digamos 1824. El narrador se llama Ryan; es bisnieto del j

Picasso: el cuerpo a cuerpo con la pintura (Octavio Paz)

El Museo Tamayo inicia sus actividades con una exposición de Pablo Picasso. Se trata de una antología cronológica, a un tiempo exigente y generosa, de modo que el visitante, al recorrerla, puede seguir la evolución del pintor a través de una sucesión de obras —pinturas, esculturas, grabados— que corresponden a cada periodo del artista. Se cumple así uno de los propósitos de los fundadores, Rufino y Olga Tamayo: convertir al Museo en un centro mexicano de irradiación del arte vivo de nuestra época. En México, como quizá algunos recuerden, se celebró en junio de 1944 una exposición de Picasso. Aunque fue un acontecimiento memorable, como esfuerzo y por su intrínseco valor artístico, es indudable que la exposición que ahora ofrece el Museo Tamayo es más vasta, variada y representativa. Al fin el público de México podrá tener una visión viva y directa del mundo de Picasso. En este mismo catálogo un gran conocedor del arte moderno, William Lieberman, conservador de arte contemporáneo del Mu

Fragmento de "Romeo y Julieta", William Shakespeare. Acto II, Escena I

Bajo el balcón de Julieta. (Romeo entra sin ser visto en el palacio de los Capuleto. Julieta aparece en una ventana) Romeo:- ¡Silencio! ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente, y Julieta, el sol! ¡Surge, esplendente sol, y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has aventajado en hermosura! ¡No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es enfermizo y amarillento, y no son sino bufones los que lo usan, ¡Deséchalo! ¡Es mi vida, es mi amor el que aparece!… Habla… más nada se escucha; pero, ¿qué importa? ¡Hablan sus ojos; les responderé!…Soy demasiado atrevido. No es a mi a quien habla. Las más resplandecientes estrellas de todo el cielo, teniendo algún quehacer ruegan a sus ojos que brillen en sus esferas hasta su retorno. ¿Y si los ojos de ella estuvieran en el firmamento y las estrellas en su rostro? ¡El fulgor de sus mejillas avergonzaría a esos astros, como la luz del día a la de una lámpara! ¡Sus

The Dead (Billy Collins)

Espantapájaros 16 (Oliverio Girondo)

A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración. Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre una mesa, yo me lo paso transmigrando de un cuerpo a otro, yo no me canso nunca de transmigrar. Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato. ¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de las rosas! ¡Qué voluptuosidad la de ser tierra, la de sentirse penetrado de tubérculos, de raíces, de una vida latente que nos fecunda... y nos hace cosquillas! Para apreciar el jamón ¿no es indispensable ser chancho? Quien no logre transformarse en caballo ¿podrá saborear el gusto de los valles y darse cuenta de lo que significa “tirar el carro”?... Poseer una virgen es muy distinto a experimen