Como epitafio se quedó la tarde aquel día, Glorioso se esfumó el sentimiento Después de la larga travesía. Siguieron las lluvias, caminó la vida, Se olvidaron los charcos, se fue el tranvía.
Como raíces que se enlazan en las sombras de la tierra Queda el sopor de tu navío en mi puerto de sueños inconclusos. El baile de figuras proyectadas e n la pared por una vela que agoniza, Se desdoblan en rumores de caricias y saliva, Se entretienen en los rincones del cuerpo, En las quebradas de alientos desplomados Por el cansancio de la noche.