Llueve sobre la ciudad y las gotas se transforman en sinfonías asfálticas por calles iluminadas con la incandescente espuma de cerveza servida en algún bar. Entonces la música se dispersa en risas histéricas ojos de perros mojados con un gris de revelación. Llueven palabras tras multitudes vacías tras anuncios imposibles entonces la apatía la pérdida del mar. Luego llueven miradas que vacías se encuentran entre caminos amanecidos.
cultura, arte y educación