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Bogotá en su habitar poético por Ángela María Ruiz Gaona

 Lleno de méritos está el hombre;
mas no por ellos sino por la Poesía,
hace de esta tierra su morada.
Hölderlin

Sin lugar a dudas, la percepción que tenemos de Bogotá necesita repensarse; por ello, el tema de la percepción del tiempo es llamativo en cuanto “el modo como ‘vemos’ el mundo, no en términos de nuestro sentido de la vista, sino como percepción del tiempo en cuanto captación poética. Gracias a la poesía no olvidamos lo que somos en el universo, por ende, el discurrir poético del tiempo permite transformar los espacios en lugares” (Hernández, 2004). Cuando habitamos un espacio lo convertimos en un lugar, de este modo es posible que habitemos Bogotá poéticamente, es decir, podemos encontrar otras percepciones del tiempo en la ciudad desde sus lugares en el lenguaje poético. En esta dirección, existen lugares que marcan el tiempo bogotano, y serán dados en este escrito por seis poetas: Guillermo Valencia, Isabel Lleras Restrepo de Ospina, Luis Vidales, León de Greiff, Jorge Rojas y Willliam Ospina.
Al comenzar el siglo XX, el poeta colombiano nacido en Popayán, Guillermo Valencia, uno de los representantes del modernismo hispanoamericano, presenta la ciudad bogotana todavía angosta, lenta, fría, y casi deshabitada:
Bajo el puente y al pie de la torcida
y angosta callejuela del suburbio,
como un reptil en busca de guarida,
pasa el arroyo turbio… (Valencia, 2004, p.39)
Isabel Lleras Restrepo de Ospina, expresa desde su sensibilidad sobre Bogotá, los espacios simbólicos al atravesar el tiempo, para incluso, llegar a la colonia. Es importante decir que Isabel Lleras sentía un afecto especial por la zona de “La Candelaria", en el centro de la ciudad.
Con el poema El Camarín del Carmen, destaca algunos lugares poéticos y personajes de la época colonial. Los versos nuevamente atestiguan el habitar poético en la captación temporal de la ciudad:
En esa calle estrecha y empinada
que en un tiempo se llamó Agonía,
El camarín del Carmen todavía
se agarra a la pared destartalada.
 En un recuerdo de la edad pasada
es el testigo de mayor valía;
él vio, al Virrey Solís cruzar un día
y oyó el galope de la mula herrada. (Lleras, 2004, p.45)

El poeta Luis Vidales también percibe su habitar poético, en un poema que nos recuerda la época del tranvía en Bogotá, para quienes no conocimos este medio de transporte, los versos nos dan una imagen de aquel momento, además, revelan una ciudad que empieza a despertarse con los avances de la industria, por esto el poeta alude a una ciudad infantil:
Pasaban los hombres manejando sus coches, sus trenes,
sus tranvías, sus automóviles.
¿Qué era lo que hacían?
Jugaban.
Iban en sus juguetes grandes.
Seguían siendo niños.
Y volaba y volaba la gran juguetería de ruedas.
¡Ah, la ciudad infantil! (Vidales, 2004, p.45)

León de Greiff , poeta colombiano, nace en Medellín pero como Vidales vivió gran parte de sus años en Bogotá hasta su muerte en 1976. Pasaba sus días en el café El automático, en reuniones literarias entre poetas como Luis Vidales, Rafael Maya y Alberto Lleras Camargo. Era un punto de encuentro importante porque promovió la cultura en la ciudad. En el poema Tipos de Greiff, leemos como se empezaba a proyectar una imagen del tiempo mediante diversos motivos, es decir, en el mismo habitar del artista:
Todas las tardes, todas, lo veo en la penumbra
del Café, consumiendo el brebaje aromático,
mientras fuma sus pipas.- Abstraído y apático
nada de lo que pasa le interesa-. (Greiff, 2004, p.59)

http://www.eltiempo.com/blogs-old/el_blogotazo/sotomayor01.jpg
El habitar de la naturaleza está plasmado en la poesía, la evidencia de su presencia a través del tiempo en el entorno bogotano, lo vemos en los sauces, los rosales al frente de las casas, los cerros, la sabana, eucaliptos, cerezos y la lluvia; esta vez es el poeta Jorge Rojas, quien invoca y describe este universo en Oda a Bogotá:
Amo la rosa del helado viento;
tu límite oriental, más que ninguno
columna de tu cielo,
y el eucalipto de fragante altura
talado por la nube y por el humo.
Amo tus sauces donde está la lluvia
quieta, como acodada entre sus ramas;
y el cerezo de azúcar
con su botón de mieles suspendido
de los gajos más dulces de la infancia. (Rojas 2004, p.67)

La expresión poética sobre la ciudad de Bogotá, nos revela cómo el paso del tiempo se configura de acuerdo a la transformación de su entorno, puede ser una ciudad infantil o de sauces llorosos.
Es necesario apropiarnos del espacio que habitamos para convertirlo en lugar, la valoración que le demos a nuestra percepción temporal se expresa desde las fronteras de cada habitante. Aunque el lugar es limitado “(…) ha sido creado por el hombre y montado para su especial finalidad. El lugar es donde se experimentan acontecimientos de nuestra existencia significativos, define un punto de partida, a partir del cual nos orientamos y nos apoderamos del ambiente circundante” (Quiroga).
Para concluir, presentamos un poema de William Ospina, quien a través de sus palabras revela una mirada sobre su sentir del tiempo en esta ciudad bogotana. El poeta nos muestra el rostro de su habitar poético, en medio del frío del amanecer, las nubes espesas, helechos, páramos en el marco de los cerros. Así dice su poema Bogotá:
…alzas tu rostro bajo el hielo del amanecer,
hablas al cielo en nubes espesas con lenguas de hierba,
hablas en la espiral silenciosa de los helechos,
en las hojas lanosas del frailejón de los páramos.
Eres tú olvido, musgo negro bajo la piel del estanque,
viento de cosas calladas que sopla por los cerros, … (Ospina, 2004, p.197)
Hemos atravesado una ciudad angosta, fría, colonial, de sauces, de tranvías, captada poéticamente en cada expresión. Los poetas posibilitan que se comprenda una percepción del tiempo diferente. Bogotá no es solamente un sinfín de quejas y dolores, sino que puede ser la contemplación de lo que fue y quedó enmarcado en lenguaje poético. Habitar Bogotá poéticamente significa percibir el tiempo en otros sentidos.
Referencias Bibliográficas
Hernández. Manuel. (2004). Sobre el lugar en arquitectura. En: Arquitectura y Humanidades.         Revista de Universidad Autónoma de México, UNAM, Taller de Investigación "Arquitectura y Humanidades", Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura. http://www.architecthum.edu.mx/Architecthumtemp/invitados/Martin_Hdz5.htm
Hölderlin, Friedrich. (2000). Cinco sentencias por guía. En: Hölderlin y la esencia de la poesía. Trad. Juan David García Bacca, Barcelona: Anthropos.
Quiroga, Adriana. La problemática del espacio y el lugar en la arquitectura actual. En: Arquitectura y Humanidades. Revista de Universidad Autónoma de México, UNAM, Taller de Investigacion "Arquitectura y Humanidades", Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura, Campo de Conocimiento en Diseño Arquitectónico. [Enlínea] http://www.architecthum.edu.mx/Architecthumtemp/numerocinco/pon_adriana5.htm  
Neira, C. (investigadora). (2004). Rostros y voces de BogotáBogotá en la lente de los poetas. Bogotá: Unibiblos.

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